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Ruleta de consecuencias

Cena y tragos

Tus amigos y tú querían comerse algo y reconectar. Y también te conectaste con un par de tragos. La cena terminó y todos tienen trabajo en la mañana. Es hora de irse a casa. ¿Qué pasa ahora?

Gira ahora

Bien pensado.

A último momento solicitaste transporte y evitaste un DWI (del que te pueden acusar por tener cualquier cantidad de alcohol en tu cuerpo al manejar). Esa buena decisión no solo te protegió de problemas legales y multas, sino que protegió vidas.

Oh no!

No quisiste esperar transporte sobrio a casa y chocaste. Por suerte, no heriste a nadie, pero ahora vas a pasar la noche en la cárcel y serás responsable por una letanía de multas, cuotas y problemas legales. Ah, y necesitarás un nuevo auto. Pero no hay prisa, pues no tendrás licencia de conducir por un buen rato.

¡Adiós licencia!

No quisiste dejar tu auto en el bar, así que trataste de manejar a casa ebrio. Te detuvo la policía y perdiste toda una noche en la cárcel, miles de dólares en multas y cuotas y tu licencia de conducir. Parece que es hora de quitarle el polvo a tu bicicleta vieja.

Se acabó la fiesta.

Trataste de manejar a casa y terminaste en la cárcel, porque manejar entonado es manejar ebrio. No pudiste pagar la fianza, así que no llegaste al trabajo la mañana siguiente y te despidieron. Ahora tienes que pagar $17,000 en multas y cuotas y no tienes con qué. :(

DWI = $$$

Tu cuenta fue alta, pero esos costos del DWI lo son aún más. Pudiste haber llamado a un transporte compartido, pero trataste de manejar a casa. Ahora tienes que pagar hasta $17,000 en multas y cuotas y pasar la noche en la cárcel. Ahora saca la cuenta.

¡Héroe contra el manejo ebrio!

Tu amigo se sacrificó y eligió no tomar bebidas alcohólicas hoy para ser el conductor designado. ¡Es un héroe contra el manejo ebrio! Llegas seguro a casa y todos evitan un DWI, o peor, un choque fatal. Puedes pagarle el favor haciendo lo mismo otra noche y serás su héroe.

¡Bien pensado!

Tú y tus amigos deciden usar transporte compartido para que todos puedan tomar y divertirse. Todos regresan a casa seguros, sin lesiones y sin DWI, aunque quizás molestaron un poco a su chófer cantando alto (y desentonando) de camino a casa.

Te equivocaste.

Pensaste que podías manejar a casa, pero te equivocaste. Te detuvo la policía y tu prueba de aliento salió .08 de BAC. Ahora pasarás la noche en la cárcel, perderás tu licencia de conducir y pagarás hasta $17,000 en multas y cuotas. La próxima vez no te arriesgues.

Fracaso total

Estabas tan cerca de casa, pero no viste la señal de alto pero sí las luces de la policía. Dabas por hecho de que no estabas sobre el límite de BAC de .08, y tenías razón. Pero CUALQUIER cantidad de alcohol en tu sistema te puede causar un DWI si afecta tu manejo, así que te acusaron. La próxima vez usa transporte sobrio.

El peor de los casos

Pensaste que estabas lo suficientemente sobrio para manejar a casa, pero tu decisión fue fatal. Chocaste tu auto, te lesionaste tú y mataste a tu amigo que iba de pasajero. Tendrás que vivir con eso el resto de tu vida. Manejar ebrio no vale la pena.

¿¡Dónde está mi auto?!

¡En casa! ¿Recuerdas lo inteligente que fuiste al llegar en transporte compartido? Ahora pide otro para regresar a casa. El costo del transporte no es nada comparado con el de un DWI… Además, dormir en tu cama es mucho mejor que dormir en la cárcel. ¡Anda a dormir!

Terrible idea.

Pensaste que podías manejar. No quisiste llamar a un transporte compartido ni aceptar que un amigo te llevara porque era muy tarde. Te detuvo la policía y pasaste el resto de la noche en la cárcel. Ese DWI terminó costándote casi $17,000 en multas y cuotas y serios problemas legales. La próxima vez, usa transporte sobrio.